En octubre de 2016, Uber sufrió un incidente de seguridad de datos que dio lugar al acceso no autorizado a información relacionada con cuentas de pasajeros y conductores.
La información sobre conductores incluía nombres, direcciones de email y números de teléfono móvil asociados a cuentas de todo el mundo. También se descargaron los números de los permisos de conducir de unos 600 000 conductores de Estados Unidos. Nuestros expertos forenses externos no han detectado indicios de que se hayan descargado el historial de ubicaciones de viaje, los números de tarjetas de crédito, los números de cuentas bancarias, los números de la Seguridad Social ni las fechas de nacimiento.
Tras conocer los hechos, adoptamos medidas de inmediato para proteger los datos, bloquear los accesos no autorizados y reforzar la seguridad de nuestros datos.
Hemos informado directamente a los conductores afectados por correo o email; además, les hemos ofrecido la posibilidad de controlar su crédito de forma gratuita y de protegerles contra el robo de identidad.
Cuando descubrimos el incidente en noviembre de 2016, adoptamos medidas para contener y evitar los daños, pero no informamos a los conductores. Creemos que cometimos un error y, por eso, ahora estamos tomando las medidas que acabamos de describir. No tenemos ninguna prueba de fraude o uso indebido relacionado con este incidente.